Diez y veinte de la noche
Mis impulsos aún te recuerdan
La llama que encendiste está intacta
Me quema, me sofoca, me embriaga
Tu delirio envuelto en mis retorcidos brazos
Tu locura yace fresca en mi memoria
Tu perfume vibrando en mis dedos amarillos
Tu arete quedó atragantado en mi manzana
En mis tolerantes oídos tu voz
respirando
La llama que encendiste está intacta
Me quema, me sofoca, me embriaga
Tu mirar y tu sencillez de mujer
Son el tapiz de mis pensamientos
Tú sigues en los números de mi móvil
Tú en lo mas hondo de mis neuronas
Bajo esta negra noche de soledad
Cierro los ojos y más te recuerdo
Estos labios que te besaron se ponen
Como la nostalgia de una viuda
Como la timidez de un indio
Como la locura de un árbol
Como nerviosas palomitas
como rositas deshojadas
queriendome decir;
Dejad que la poesía
Haga su magia
Mientras tanto
mi corazón
Al filo de esta noche
Ahogando mi locura
Por haberte amado
¡Profundo!;
profundo,
Sin piedad. NILTHON VÍLCHEZ BRUNO
YAUYOS-LIMA
2010
Nilthon Vílchez
2 comentarios:
kmo si d skribir s puede pero
producir ideas solo los genios kn ese talante elevado a tal magnitud solo lo pueden realizar
muy buena publikacion y sigue adelant.
di: krlos
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