"ELLA"

Yo, de pie ;observaba con detenimiento inusual la silueta blanca de una muchacha académica, tez blanda, sus curvilíneos labios acorazonados se acentuaban serenos y seguros; poseía una delgada nariz, perfilada y altiva; de oblicuas cejas negras muy pobladas; sus ojos oscuros de ceniza que irradiaban sencillez y frialdad cautivadora fue lo que más incitó a mi detenido observamiento ,contemplar de aquel pabellón izquierdo un pedazo de oreja, bastaba para que no se quedara en el anonimato, de ella pendía un arete plateado que no desentonada ni un solo milímetro con aquella su silueta blanca.
Así, estacionada sobre una carpeta, entre sus dedos un lápiz color verde petróleo desiquilibrando y aniquilando al mismo tiempo las preguntas con las posibles respuestas que le dictaba el corazón, Sobre la hoja óptica de su examen, unos circulitos rellenos de carboncillo empezaron a reinar. Su negro cabello lacio y largo; sus mejillas vestían de un incipiente color rosa, me encantaba esa postura superior con si inquietante y ligero inclinamiento a la derecha.
Yo recuerdo que su miraba era tan dulce, tan fuerte y tan penetrante, que pudo perplejar la retina de los míos, a mis ojos de metal; Ella, Aquella muchacha académica de silueta blanca, la muchacha que le robo a mi ojos una inspiración.
Para ponerle hoy a la corona de la descripción un pronombre de nombre ; Ella.

Nilthon Vílchez Bruno.

EL ÚLTIMO DÍA DE UNIVERSITARIO

El reloj en la pared me dice seis y treinta y dos de la noche, no creí que ya había llegado, éste día y su tristeza.

En medio de la algarabía de mis compañeros de salón, con los ojos llorosos me pongo a recordarte, a pensarte; en tu dolor ,en tu amor de siempre y en tu nombre lindo que me enseñaste a escricir así: Sofía.
Frente al blanco pizarrón ,estoy desesperado, esquivo y naufragando en mis ideas, desde la última semana y su último lunes al entrar como rutinario a las dos de la tarde al salón 207.

Y ya es viernes ,ya nos van cerrar la puerta y sigo doblegando los recuerdos vividos en la Universidad a mil . Salgo así del recinto ,bajo las gradas del pabellón "B" naufragando como solitaria barca en el mar. Ahora me pongo claramente triste, mis ojos ya no quieren irse ni a bailar ni dormir. Yo no puedo etonces dejar de escapar el último día de universitario y me pongo a escribir del último día en este último Día ; sobre la carpeta y la Universidad, sobre el parque de la Integración y la biblioteca.

Paso a paso ya Bajo el umbral de la puerta principal estoy,indiferente ,tenue ,terco por salir ,surge el panorama nocturno y en primer plano los faroles amarillentos ,precisamente cuando el vigilante inspecciona el folder azul , En sielncio juro una dulce promesa : te amaré, te amaré aunque me vaya al paraíso o al infierno LITERATURA de mi vida.

Nilthon Vílchez Bruno.

Uncp -22/12/2009