Fresca como cristalina agua del manantial
Una mañana de armonioso deletreo literario;
Yo buscaba el centro acorazonado de tu sonrisa
De tu sonrisa que despertaban a mis ojos negros
Mis días de soledad invernal las llené de tu amor
Llené de tu amor estas manos mías tan vacías;
Tan vacías que se mostraban frente a tu sonrisa
A tu sonrisa fina que fulminaba este corazón
Tus labios rosados se sumergían violentamente
En los desesperados aplausos de mis pestañas
Tu sonrisa que reflejaba esa tu alma enamorada
Y un puño retratando el silencio bello de tu sonrisa.
Nilthon Víchez.
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